Junio: que nuestras palabras acaricien

Editorial

Por Rocío Chávez.

El distanciamiento social es una medida para protegernos del contagio del coronavirus. Pero nos priva de una manifestación inherente a las relaciones entre humanos: el contacto personal. Así, nos hemos distanciado físicamente de nuestros amigos, amigas y familiares ¿Qué nos queda para mantener el vínculo? La palabra.

¿Pero somos conscientes de su poder? Las palabras son físicas. Son como el viento: no se ve, pero lo sentimos, nos toca. Tienen un poder emocional. Una palabra puede motivar, destruir, consolar, herir, animar... Podemos elegir qué palabras decir.

Con ellas podemos reemplazar un abrazo (te comprendo), podemos restituir una relación (perdóname), podemos alegrar el día (que bella te ves).

¿Cuantas palabras positivas somos capaces de decir? La cantidad si importa.

Recordemos esto cuando nos tomemos un CAFE con nuestra madre, con unas amigas, así sea VIRTUAL. Que nuestras palabras acaricien.