Octubre: Congreso Regional ICEC: Las comunidades docentes alzan la voz

Editorial

por Gabriel Caro

Actualmente, la colaboración ha dejado de ser un discurso romántico. No es más el agua en medio del desierto, y emerge de forma natural como la clave de una sociedad organizada. El escenario de emergencia nos ha desafiado y las comunidades profesionales han sido fundamentales en permitir reinventarnos en la misión educar en ciencias con sentido.

En octubre de 2020, colaborar significa trabajar juntas y juntos, con miras a una participación activa en construir nuestra sociedad. Formar ciudadanos críticos y participativos no es solo una responsabilidad con nuestros estudiantes, sino también de todas y todos quienes somos parte de los procesos formativos. En educación, docentes que trabajamos en la unión, somos capaces de resistir y cambiar la monotonía, dotando a nuestras propuestas didácticas de un sentido de pertenencia mayor, comprometiéndonos con el territorio, con las personas, la cultura y sobre todo con los desafíos de un vivir que tiene a la injusticia como la principal necesidad a solventar.

Nos unimos para resistir, nos organizamos para construir y el resultado, nos permite formar parte de un tejido sociocientífico, en que las comunidades de educación en ciencias nos encontramos y conectamos para refrescar la mente y el espíritu y así continuar buscando la tan ansiada emancipación ciudadana. Hoy, con el congreso nacional y zonal del programa ICEC en curso, las comunidades docentes sacan la voz y nos muestran que el quehacer docente no conoce de tragedias. Ya sea que tiemble, llueva o nos golpee una pandemia mundial, la educación en ciencias participa en la formación de ciudadanos que comprenden que el futuro es nuestro derecho y responsabilidad.