Abril: Innovar para el Desarrollo

Editorial por Andoni Arenas Martija

Profesor de Historia de Geografía, Director del proyecto MICA, Codirector de proyecto KEICA

La Comisión Presidencial “Ciencias para el Desarrollo en Chile” concluyó en el año 2016, entre otras cosas, que uno de los elementos claves que impide mayores grados de Desarrollo de nuestro país, es decir el logro de mejores condiciones de vida y prosperidad para la mayoría de los/as ciudadanos/as en condiciones permanentes y estables, es la no conexión sólida y estrecha de la investigación científica, sus hallazgos, resultados y avances con los aspectos más necesarios y deficitarios de nuestro Desarrollo. Y es justamente este el papel de la innovación: innovar para el Desarrollo y no solo para la competitividad o la productividad ascendente, porque eso no es todo el desarrollo posible ni es para todos/as.

Tradicionalmente, en el sistema educativo las innovaciones siguen un largo recorrido hasta llegar al aula, a los niños, niñas, jóvenes y adultos que se educan formalmente. Los descubrimientos, avances o discusiones científicas tardan, en muchos casos, años en plantearse en la formación de docentes, en los textos escolares o en los cambios curriculares, y otros largos años para una adecuada apropiación y despliegue. Por otra parte, se ve que la difusión científica-educativa, si bien es informativa, no ha logrado, en muchas circunstancias “entrar” en el comportamiento de las personas y las sociedades, ni acortar las brechas para un desarrollo más inclusivo.
Quienes creemos que debe avanzarse hacia una Alfabetización Científica Crítica no solo tenemos que formular propósitos educativos diferentes y buscar-implementar medios alternativos de trabajo. No se trata dejar de lado la formación inicial y permanente docente, ni de no seguir aportando a la mejora y el cambio curricular o el desarrollo de “materiales” innovadores. Tampoco se trataría de reforzar lo que ha sido un gran paso: poner en contacto directo a/la descubridor/a y su descubrimiento con el/la “estudiante”.
Se trata entonces, a modo de proposición, de discernir y poner en práctica mecanismos de acción educativa más complejos y más directos; complejos, porque requiere tener a la vista e hilvanar diferentes elementos, y más directos, para acortar el camino, que es de ida y vuelta entre los avances de la ciencia y la cotidianidad de las personas, que es en esencia donde se ve el Desarrollo de una sociedad.