Julio: una apertura de caminos

Editorial

por Valeria León, Geógrafa, Equipo Ciencias Comunidad y Territorio CIDSTEM

Estamos viviendo un momento sin precedentes. La crisis sanitaria causada por la pandemia del COVID-19 ha removido distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana. La configuración de nuevas prácticas y la modificación de las rutinas nos invitan a resignificar nuestros espacios y la forma cómo nos relacionamos con los otros. Nuestra forma de habitar el mundo se ha transformado e intentamos encajar nuestras actividades en los engranajes de una máquina que no se detiene.

Desde la Educación, las actividades remotas desbordan la literatura y superan cualquier manual. Esta crisis sanitaria y social, impacta de forma inédita el quehacer de los y las docentes, así como también la participación de los niños, niñas y jóvenes en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Bajo esta mirada, nos parece necesario, hoy más que nunca, hacer un ​reconocimiento a las profesoras y los profesores ​que se desenvuelven en distintos ámbitos de la educación, quienes han trazado alternativas propias para llegar hasta sus estudiantes, en territorios rurales, con escasa conexión a internet, y en muchos casos también a cargo del proceso educativo de sus propios hijos e hijas.

Ante estas experiencias difíciles han brotado nuevas formas de educar, que nos señalan la urgencia de generar transformaciones necesarias en el ámbito educativo. ​La creatividad de las y los docentes dibuja una apertura de caminos, los cuales podrían ser la semilla para impulsar los cambios que se requieren en la educación tradicional.