Diciembre: ¿hubiese sido posible sin el Sars Cov-2?

Editorial

por Roberto Morales

Desde finales de 2019 comenzamos a pensar en este 2020 que se va. Con seguridad, lo ideado y planificado no pudo ser como lo habíamos imaginado. Hemos debido adaptarnos y aprender a vivir en la incertidumbre, a aceptar lo que hemos perdido y a tratar de salir adelante de la mejor manera posible. Nos vimos obligados a salir de la zona de confort, de la rutina, de lo establecido.... Y como si fuera poco, estamos ante la incertidumbre del 2021, con la esperanza de una vacuna y del retorno a una “nueva normalidad”

Roberto Morales Aguilar

Ha sido un año complejo, que sin duda nos ha afectado a todas y todos en mayor o menor medida. A nivel personal y familiar las dinámicas han sido nuevas, y a estas alturas del año cuesta sostenerlas –o nos hemos acostumbrado a ellas-. Como sociedad, la pandemia nos puso en perspectiva, invitándonos a reflexionar sobre las formas y los fondos del modelo en el que vivimos: el sobreconsumo, las extensas jornadas laborales, las horas de traslado, la relación y el tiempo dedicado a nuestras familias, así como la responsabilidad que cada una y cada uno de nosotros tiene en el mantenimiento de lo que tenemos. Todos estos aspectos se han observado desde otros ángulos y se tensionan con mayor profundidad en la antesala de una nueva carta fundamental.

En prácticamente todos los planos de la sociedad, el Covid-19 ha forzado la reinvención y la innovación. En el ámbito de la didáctica de las ciencias, desde CIDSTEM hemos visto una explosión del desarrollo profesional docente, que marca probablemente un antes y un después en la colaboración, en la implementación del currículum y en el uso y valoración de las tecnologías de la información. Quizás todo esto no hubiese sido posible sin el Sars Cov-2.

Los aprendizajes y la experiencia vivida este 2020 nos invitan a vivir el aquí y el ahora, a aceptar la incertidumbre como parte de la vida, a expresar más lo que sentimos y a valorar a cada una de las personas que hacen parte de nuestra vida. Este es, quizás, el mejor regalo que podemos ofrecernos en esta navidad.