Es necesario fortalecer la educación para prevenir más incendios

Las actividades de educación que realizarán en conjunto las dos instituciones se orientarán principalmente a la comunidad escolar, de todos los niveles educativos, apoyándose fuertemente en los pilares de la Educación Ambiental como herramienta fundamental para proteger nuestros ecosistemas, sus bosques, montañas y cuencas hidrográficas.

El Centro de Investigación en Didáctica de las Ciencias “CIDSTEM”, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Corporación Nacional Forestal “CONAF”, firmaron un CONVENIO DE COOPERACIÓN con el objetivo de desarrollar acciones que promuevan la educación ambiental y la prevención, orientadas a resguardar y conservar nuestro patrimonio forestal.

CONAF Y CIDSTEM suman esfuerzos

Dentro del quehacer de CONAF figura la protección, tanto de los recursos naturales como de las personas, frente a los incendios forestales. Bajo esta perspectiva, la educación orientada hacia la protección de la naturaleza promueve acciones de mayor cuidado y respeto hacia los ecosistemas forestales y fomenta cambios de conducta en las personas, transformándose, de esta manera, en una herramienta clave para reducir las causas de los incendios.

De ahí la importancia de esta alianza con el Centro de Investigación en Didáctica de las Ciencias y Educación STEM “CIDSTEM”, quien tiene como misión generar, desarrollar y aplicar conocimiento en Didáctica de las Ciencias, al servicio del bienestar de las personas, las sociedades, los diversos territorios y el medioambiente. En este contexto, la educación ambiental forma parte de su quehacer fundamental, asociada a la formación de una ciudadanía consciente, crítica y reflexiva respecto a las problemáticas socioambientales.

Las actividades de educación que realizarán en conjunto las dos instituciones se orientarán principalmente a la comunidad escolar, de todos los niveles educativos, apoyándose fuertemente en los pilares de la Educación Ambiental como herramienta fundamental a la hora de proteger nuestros ecosistemas, sus bosques, montañas y cuencas hidrográficas. 

La Educación Ambiental, un propósito común

La Educación Ambiental representa pues, el espacio de articulación y colaboración entre CONAF y CIDSTEM, ya que ambas instituciones buscan contribuir en el desarrollo de una mirada crítica que permita alcanzar una valoración y cultura de preservación del entorno por parte de la ciudadanía, especialmente por los niños, niñas y jóvenes de establecimientos escolares. CONAF apoyará y asesorará a CIDSTEM en las temáticas relacionadas con los recursos naturales renovables y la Prevención de Incendios Forestales que sea divulguen en los diversos instrumentos y recursos curriculares.

Así mismo, a través del convenio se espera fomentar el desarrollo profesional docente para el abordaje crítico de las problemáticas socioambientales asociadas a los incendios forestales, y el análisis de las variables antrópicas involucradas.

Lo señalado cobra un especial significado en el actual contexto, dada la alta incidencia de incendios forestales y los efectos del cambio climático, que ya estamos experimentando, y que requieren de una ciudadanía alfabetizada críticamente para la preservación del medio ambiente. 

Sinergias Institucionales

Por todo lo anterior, este convenio permitirá a las dos instituciones compartir y potenciar experiencias y conocimientos en la elaboración, ejecución y difusión de proyectos, y actividades relacionadas con la Prevención de Incendios Forestales, fomentando y  coordinando la integración de investigadores y profesionales para la realización de investigación avanzada, la innovación, la transferencia e intercambio de experiencias en el área de la didáctica de las Ciencias y educación STEM, contribuyendo así al fortalecimiento de vínculos Universidad–CONAF-Sociedad Civil, mediante el desarrollo de investigación aplicada y asistencia técnica para la ejecución de proyectos en favor del medio ambiente, fortaleciendo simultáneamente relaciones con otras instituciones ocupadas de las problemáticas medioambientales y de la didáctica de las ciencias como son Fundación Siemens y el Ministerio de Educación.

Sequía e incendios cada vez más frecuentes

Chile vive desde 2010 una sequía sin precedentes en los últimos mil años, que se muestra con mayor severidad entre las regiones de Coquimbo y Biobío. No sólo los cultivos y la población humana se han visto afectadas por la megasequía, sino también la vegetación nativa, convirtiendo el bosque esclerófilo de las cordilleras de la Costa y los Andes en “un bosque café” o pardo. Miles de peumos, quillayes, litres, lingues, bellotos y otras especies de plantas, propias de este sistema mediterráneo, se estarían secando.

Cada año se presentan entre 6.000 a 7.000 incendios forestales, que se inician cuando las condiciones ambientales, tales como la carencia de lluvias, la mayor temperatura del aire y los flujos de viento sur -condiciones que se dan desde la primavera de un año hasta el otoño del siguiente- favorecen la ignición de la vegetación combustible a causa de una fuente de calor, aportada por el ser humano. La superficie quemada en cada período de incendios promedia las 52.000 hectáreas, pero con valores extremos que han ido desde las 10.000 y 101.000, causando importantes daños ambientales, sociales y económicos.

El origen de estos siniestros se atribuye a la directa acción humana en su mayoría, descuidos o negligencias en la manipulación de fuentes de calor en presencia de vegetación combustible, o por prácticas agrícolas ancestrales, todo debido a una escasa cultura ambiental y la falta de conciencia sobre la importancia del bosque para el equilibrio del medio ambiente.